ALEXANDER VENDEDOR DE LECHE DE BURRAAAAAA

Cachito hecho del cuerno de la vaca para medir la leche

Alexander Aravena Reyes de 33 años, lleva 18 años vendiendo este nutritivo producto, acompañado de su fiel burrita  Pachy. Desde los 15 años recorre la comuna de Peñalolén  y todo el país vendiendo leche de burra, que le permite dar el sustento diario para su hogar.

Alexander y su familia continúan una tradición de generación. Actualmente poseen 6 burritas con las cuales recorren todo el país, estás son transportadas en camiones y llevadas a distintos lugares para vender su producto.

Dice que se levanta muy temprano para transportar a sus burritas y después caminar por las calles de Peñalolén desde las 11:00 hasta las 16:00 horas, para gritar el conocido “¡Leche de Burraaaaaaaa!”.

Basta solo ese grito para tentar a sus potenciales compradores, especialmente gente mayor. Eso sin contar con los transeúntes que acarician a Pachy al pasar, varios niños le han pedido montarse en ella.

Él siempre acepta y sonríe.

Está conciente e que su oficio ha cambiado, así como sus clientes. Antes sus gritos lograban que las mujeres salieran de sus casas para llenar de leche sus propias botellas. Ahora  por solo 800 pesos,

Alexander les pide a sus “caseras” un pequeño vaso de vidrio, para vaciar la leche de burra, que primero saca con un cachito, hecho con el cuerno de una vaca.

También nos asegura que es excelente para prevenir dolores de estómago, anemia, úlcera, he incluso problemas a los bronquios. “Es especialmente beneficiosa para los niños, ancianos y convalecientes (Niños 4 cucharaditas diarias en ayuna y adultos 6 cucharaditas diarias). Más rápido, más cómodo y más higiénico”, afirma.